En los últimos días he podido leer varios artículos de opinión sobre la delicada situación de los concursos profesionales de arquitectura, debido al maltrato que desde las entidades convocantes viene sufriendo este modelo, que se nos antoja el más democrático, para la adjudicación de proyectos.
En gran medida estos artículos han surgido a la luz de la polémica suscitada ante el concurso para el Centro Nacional de Artes Visuales (CNAV) que se construirá en Madrid en el edificio de Tabacalera.
Enlaces sobre la polémica (en el tercero está bastante explicado):
- El Centro de Artes Visuales, listo en 2012, en el País
- más imágenes sobre esta propuesta en el foro Urbanity extraídas de un PDF publicado en su día por el ministerio de cultura
- El proyecto maldito de cultura, en El País.
Solo quería compartir con vosotros estos enlaces y transmitiros mi preocupación por la actual situación.
- Patxi Mangado en el País: Concursos de arquitectos o chapuzas
- Federico García Barba en su blog "Islas y Terrirotios": Los fallidos concursos de Arquitectura
- Gustavo Nielsen en Arqa.com (en este caso sobre los concursos en Argentina, a raíz de un libro publicado allí): Los concursos de los arquitectos
3 comentarios:
En efecto habría que revisar las condiciones en las que se realizan los concursos para evitar este tipo de situaciones, claramente lamentables, en este caso además agravado por la calidad de las propuestas presentadas, tanto la ganadora como la del resto de participantes, todos en su conjunto referentes obligados. Creo que la clave podría estar en un mayor control de los procesos y las empresas que gestionan el concurso.
Otro tipo de situación lamentable, aunque otro nivel, se da a menudo en otros concursos de menor relevancia, pero importantes al fin y al cabo, sobre todo en la medida en que representan la principal via de acceso al encargo por parte de los jóvenes arquitectos.
En este post se reseña un caso concreto,
http://nmas1.wordpress.com/2009/02/05/la-insoportable-levedad-de-la-herramienta-clonar/
pero a buen seguro que no nos suena extraño oir hablar de practicas irregulares a la hora de la elaboración de pliegos, o a la hora de decidir las adjudicaciones.
Creo que los concursos de obra pública es una oportunidad única que en España muy especialmente ha dado pie a una arquitectura de calidad, proporcionando oportunidades a los que hoy son profesionales de reconocimiento internacional. No deberiamos perder esta sana costumbre y debería tomarse medidas para que no se corrompa
Un saludo
SAM
En Chile también se discute mucho por el estado de los concursos. Que si son transparentes, y más propiamente se discute porque muchas veces las obras ganadoras no son construidas.
He sindicado tu blog.
Un saludo.
Gracias por tu interés
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